"Yo me quería quedar"

Lucho se despidió con una sonrisa pero con algo de tristeza: "Ojalá pueda volver. Central y Boca son los lugares donde mejor la pasé".
Esa sonrisa de publicidad de pasta dental, una de sus marcas registradas, volvió a brillar bajo el sol, ayer en Casa Amarilla. En su despedida del club, Luciano Figueroa se mostró sonriente, de buen humor, como en casi toda su etapa en Boca. Sin embargo, detrás se esconde cierta tristeza y hasta algo de decepción por esta partida. La realidad es que a Lucho le hubiese gustado continuar, que los dirigentes hicieran el esfuerzo de comprarle el pase. No pudo ser. Ayer se llevó algunas de sus pertenencias y hasta prometió un hasta luego. ¿Retornará en un par de días? Sí. Pero además, no cerró la puerta a un regreso futbolístico: "Yo me quería quedar. No se dio, pero ojalá vuelva a jugar algún día acá, ¿por qué no?".

Querido por la gente, que lo ovacionó en el día de su debut, y elogiado por Riquelme, quien pidió varias veces por su continuidad, Figueroa tenía esperanzas de seguir. Pero Boca decidió no hacer uso de la opción de compra que había fijado el Genoa: 1.500.000 dólares. Si bien no era una cifra alta por tratarse de un goleador que rindió, lo que terminó por derribar sus chances fue el contrato que había firmado con Pedro Pompilio por si Boca lo compraba. Esos 650.000 dólares por cada una de las dos temporadas siguientes, a partir del próximo 1° de julio, fueron una diferencia insalvable con la actual CD. "Boca defendió lo suyo, y yo lo mío. No hay problema. Yo, cuando llegué, hice una reducción en mi contrato. Quizá me hubiese gustado que me llamaran y me dijeran que no iban a hacer uso de la opción, pero ya está. Estoy feliz de haber pasado por acá. Me llevo el cariño de la gente, y siempre voy a decir lo mismo: Central y Boca son los lugares donde mejor la pasé", confesó sin rencores.

No hacía falta que lo aclarara pero, por las dudas, aseguró: "No pienso en volver a River. No me fui muy bien con algunos dirigentes y aún tengo problemas judiciales. Sí me llamaron de otros clubes de Argentina y lo analizaré. La idea es aceptar una oferta que me convenga en lo deportivo y en lo económico", explicó el delantero, quien el 8 de julio debería sumarse al Genoa, el dueño de su pase, aunque parece difícil que siga en Italia: "Lo que voy a buscar es un lugar donde tenga continuidad. Acá en Boca se hizo difícil porque estaba Palermo. Algunos dirán que está cerca del retiro pero él sigue haciendo goles y, además, acá es muy querido".

Alabó a Román por sus frases siempre elogiosas hacia él ("Fue un placer volver a jugar con él"), retribuyó el cariño de la gente ("Me hicieron sentir uno más del club desde el primer día") y entendió que el futuro no pintaba favorable si se quedaba ("Uno sabía que, con la presencia de Palermo, iba a jugar sin continuidad"). Saludó a sus compañeros, al Chueco Alves, a los utileros, a los periodistas y se fue. Con su mejor sonrisa.