domingo, 27 de noviembre de 2011
Ya se acerca Noche Buena ya se acerca Na vidad para todas las...
Boca ganó, es campeón con un punto más (o hasta perdiendo los tres partidos) y su gente ya palpita la vuelta después de tres años con una dedicatoria especial. Toda la fiesta de este equipo que, con 26 partidos invicto, está a punto de explotar.
El nervio del final. El grito del final. De Falcioni, especialmente. De Cvitanich y de Schiavi, en el primer tiempo, con sus goles. De los hinchas, con el famoso "ya se acerca Nochebuena, ya se acerca Navidad, para todas las Gallinas...". En La Boca ya todos palpitan "el regalo de papá" porque no se puede escapar, no. Con un punto de nueve, vuelta asegurada. Y hasta se consagra antes de jugar si Tigre o Unión dejan algún punto en el camino. Y sí: incluso puede hacerlo sin convertir siquiera un gol.
Campaña impresionante la del Boca de Falcioni. ¿Que Riquelme sigue lesionado? ¿Que no está Viatri? Y qué importa... De atrás para adelante, con Schiavi de caudillo, se hizo gigante y no por nada le hicieron sólo cuatro goles en el torneo. Y no por nada ganó ahora en Mendoza, contra el siempre difícil Godoy Cruz. Y no por nada suma un invicto de 26 partidos.
Sólido y contundente, respetado por todos, se mantuvo arriba en todo el torneo y está a un pasito. ¿Parecido a aquella campaña de La Volpe en 2006? Sí, aquella vez en la que perdió el título con Estudiantes en un desempate, daba la vuelta si ganaba un punto de seis y no se le dio. Esta vez tiene más margen para el error (con sacar uno de nueve, ya está), las aguas están más calmas con un DT menos polémico y además atrás no viene ningún candidato que lo asuste.
Ahora, casualmente, se viene el Banfield de La Volpe y, quién sabe, tal vez el título después de tres años llegue antes de salir a la cancha. Con una defensa firme y que sale de memoria (Roncaglia, Schiavi, Insaurralde y Clemente), con jugadores comprometidos, con recambio que anduvo (Chávez, Blandi, ahora Cvitanich, también Colazo), está a un pasito. Por eso su gente, y también en la intimidad los jugadores, palpitan la mejor Navidad y lo cantan a los cuatro vientos.
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