Palermo habla como entrenador. A sus dirigidos quiere generarles “admiración y compromiso”, como lo hizo Maradona con él.

¿Cuál será su estilo? ¿Videos? ¿Pucho? ¿Va a gritar? ¿Y la pilcha?

No, al banco ni me acerco... Yo sé lo que van a poner si me paro ahí, je.

-¿Qué vamos a poner?

-Ya tengo el título, ya tengo el título.

-¿Cuál sería el título?

-”Palermo, el próximo técnico de Boca”. Ese sería el título. Pero yo no quiero ningún problema con Julio.

Martín Palermo camina por el campo de la Bombonera y la mira. Dice que no hay nostalgia, se muestra duro. “No pasa nada”, avisa. Aunque en el fondo algo siente, según comentó por lo bajo a uno de todos esos empleados del club que ya lo añoran y por eso lo saludan como si no lo vieran desde hace mil años. Es la primera vez que el Loco pisa la Bombonera como ex jugador y se siente en casa, pero con cierto extrañamiento, con una mirada desde afuera. Su lugar, por el momento, no estará en el vestuario, en el campo, con la número 9. Habrá otro 9. Su lugar, al menos por un tiempo, estará en el palco nº 16, el que le regalaron por su retiro. Luego, llegaría el entrenador. Aunque el chip ya lo cambió: se fue el 9, entró el DT.

-Querés ser técnico, ¿estás convencido de eso?

-Sí, mi idea es transmitir lo que aprendí durante tantos años, poder estar frente a un grupo.

-¿Qué estás preparando para el año que viene?

-No estoy pensando qué voy a hacer el próximo año, por ahora voy a descansar y disfrutar de otras cosas. Por ahora estoy hablando con el Pato y con otra gente, pero no me voy a obligar a arrancar en enero. No me voy a apurar.

-¿No vas a empezar como técnico enseguida?

-No me voy a obligar a dirigir en enero, siempre quise tomarme un tiempo. Pero también está la ansiedad por haber dejado y tener otros tiempos. Eso a veces te mata. Si estuviste activo y ocupado toda tu vida, es difícil quedarte sin nada de un momento a otro. Como soy yo, no sé si me aguanto un mes sin la rutina de ir todos los días al club. Creo que me como las paredes de mi casa.

-¿Por qué elegiste a Abbondanzieri y Schiavi?

-Por la relación, la amistad, los pensamientos muy parecidos, por todo lo que compartimos en tantas concentraciones. Por la personalidad y su forma de ser. Por todo eso necesito una persona como el Pato, porque es laburador y por la buena llegada que tendría con los jugadores. Quiero un referente como él acompañándome en esta etapa.

-¿Y por qué Schiavi?

-Por su experiencia y porque es un puesto que me sirve para que él lo pueda trabajar. Me ayudaría desde ese lado. Tendría una arquero, un defensor como él y lo mío será manejar más que nada la otra parte, la de delanteros o de creación de juego. Así tendría un buen conjunto, con una misma idea futbolística. Quiero tener al Pato y al Flaco.

-¿Te sentís más preparado que otro por haber sido referente y líder?

-Con la experiencia, uno asume un rol parecido, pero la responsabilidad será otra. Hay que saber estar frente a un grupo para que no ocurran situaciones que como jugador no te gustaron.

-¿Qué no harías?

-En el manejo de grupo hay que tratar de que estén todos contentos y no ver a alguno molesto o fuera del camino hacia el objetivo. Siempre va a haber uno que no juega y se enoja, pero ahí debe aparecer la conducción para que con un plantel de 30 jugadores haya un grupo proyectado hacia objetivos claros.

-¿Cómo jugaría un equipo de Palermo?

-Depende de los jugadores, 4-3-1-2 ó 4-4-2, si tengo un enganche o volantes que lleguen al arco rival. Me gustaría un equipo que trate de llegar con mucha gente y que genere buen fútbol, no que sea defensivo ni mezquino. Quiero protagonismo para mi equipo.

-¿Cuál sería tu perfil? ¿Motivador? ¿Táctico? ¿Cercano al jugador?

-No es motivar. Sí hablar y estar en contacto con el grupo, tener una idea simple y clara, serle frontal al jugador, no esconderle las cosas. Siempre cuesta elegir a los que juegan y los que van al banco y los que quedan afuera. Pero no hay grandes misterios y se debe ser claro.

-¿Videos? ¿Pizarrón?

-No mucho, lo iré viendo, pero no es mi idea tener al jugador tanto tiempo con videos. Cuanto más simple, el jugador capta mucho mejor la idea que se transmite.

-Bianchi era simple.

-Sí, y Coco también, Julio en algunas cosas es simple y laburador y el Profe Córdoba... Y Diego, como ídolo indiscutible durante tantos años, por lo que significa tenerlo delante del grupo.

-Se ve que estás pensando en generar algo parecido ante el grupo...

-Sí, quisiera llegar a transmitir lo mismo que generaba la imagen de Diego frente a mí, quisiera generarle eso a los jugadores.

-¿Qué generaba Diego?

-Admiración, respeto, compromiso. Le voy a estar agradecido de por vida.

-¿Serías un técnico inquieto o tranquilo?

-Tranquilo. Quiero tener mi presencia, para que el equipo pueda transmitir una idea, pero sé que es poco lo que se puede cambiar durante un partido. No voy a estar gritando desde la otra punta de la cancha...

-¿Traje?

- No sé si con traje, algo más informal...

-¿Vas a fumar?

-No, no, con la ansiedad veré qué hago. Chicle, caramelo, agua, jugos...

-¿Jugarías con doble 9?

-Si no tengo un jugador por afuera, podría implementarlo siempre y cuando cuente con volantes que generen llegada constante por las bandas para que asistan a los dos 9.

-Si tu 9 no mete goles durante diez fechas, ¿qué decisión tomarías?

-Lo banco, lo banco a muerte. Como me bancaron siempre a mí.

-En caso de que en tu plantel sucedieran cosas que viviste como jugador y no te gustaron...

-Trataría de resolverlas y encontrar el mejor clima y armonía en un grupo, si es que es posible.

-Ningún técnico te dijo nada a vos ni ustedes lo solucionaron por su cuenta...

-No, nunca nadie. Pero creo que por algo está un entrenador o dirigente. En situaciones así deben hacerse cargo. Uno, como capitán o referente, puede hacer una reunión para decir nuestras cosas, pero tomar decisiones más importantes no nos corresponde.

-Como DT, ¿te meterías?

-Si es algo que implica al grupo, buscaría la forma de solucionarlo.

-¿Pero te hubiera gustado que en algún momento te juntaran con Riquelme?

-No, no. No nos juntamos porque nunca se dio y porque ninguno de los dos lo buscó. La verdad es que nunca me hubiera visto atraído por el hecho de que un técnico me lo pidiera. Creo que somos bastante grandes para que alguien nos haga lidiar con eso, somos bastante grandes para decidir si en algún momento vamos a tomar un café. No hay que involucrar a terceros.

-¿Tal vez alguna vez pueden llegar a juntarse a tomar un café?

-No creo. Si no se hizo en su momento...

-¿Se saludaban?

-Sí, buen día, chau, hasta mañana. Todo hasta ahí.

-¿Te gustaría volver a vivir todo lo bueno que viviste como jugador como DT?

-Sí, pero no pienso en eso ahora, sino en empezar de abajo. Pedir eso de entrada sería mucho. Yo quiero ser técnico, pero decir que quiero ganar la Intercontinental sería demasiado. Primero tengo que hacer experiencia. La conducción de un grupo no es fácil y llegar a instancias como ésas... Con el tiempo, mi ilusión sí es ser el técnico de Boca, pero no quiero apresurarme.

-¿Dirigirías a algún otro equipo que no sea Boca o Estudiantes?

-Sí, por supuesto. Menos a River y a Gimnasia, por una cuestión de respeto por mis principios y a la identificación con Boca y Estudiantes. Pero, después, estoy abierto a dirigir a otros equipos. Ya veremos qué nos depara el futuro...