viernes, 26 de noviembre de 2010

Matías Giménez destacó la vuelta a la línea de cuatro con Pompei


Las esquirlas del ciclo Borghi todavía anidan en este gigante dormido. Hay valoración, está claro, de su faceta humana, de su rol decente, de su vínculo afectivo con el plantel. Pero, de a poquiTito, van apareciendo voces que plantean otro panorama. En su edición del miércoles, Olé daba cuenta del perfil pretendido por el grupo para el nuevo entrenador: más firme, más distancia, menos exposición en los medios. Ayer, el que habló fue Matías Giménez. Sin criticar y recalcando que les dolió “mucho que Borghi se haya ido” porque “era muy querido y nosotros le hemos fallado en algunos partidos”, el volante por izquierda destacó el trabajo de Pompei y, sobre todo, el regreso a las fuentes. Dijo Giménez: “El domingo se vio otro Boca. Vino Tito, volvió al viejo esquema y se vio un Boca más suelto y más tranquilo”.

Giménez, es cierto, tuvo sus vaivenes con Bichi. De titular en la primera fecha, macana incluida en el gol de Godoy Cruz, al lugarcito en el banco, otra vez adentro, pero nunca terminó de convencer al anterior cuerpo técnico. Ahora, igualmente, no habla desde el rencor y tampoco busca polémicas. Las declaraciones del mediocampista deben interpretarse en el contexto de su autenticidad habitual al enfrentar los micrófonos y, también, en su genuino sentimiento de comodidad con el nuevo sistema. Este 4-3-1-2 que implementa Pompei seduce a los futbolistas y los encuentra, cuanto menos, más contenidos. Aunque el problema de Borghi no haya sido la línea de tres (frente a River jugó con cuatro atrás y el equipo fue una lágrima), se nota que ahora ya nadie menciona el tema del esquema como una falencia colectiva. A Clemente y Giménez, por caso, se los observa en mejor sintonía y ocupando todos los espacios del sector izquierdo. Lo mismo, del otro lado, con Cellay y Medel, aunque el chileno tiene la tendencia de cerrarse hacia el medio.

“Yo, por ejemplo-contó Giménez- no he tocado mucho la pelota contra River. Cuando se juega mal, hay que reconocerlo. Tengo que seguir trabajando y darle para adelante”. Así, el ex hombre de Tigre resaltó la motivación que produjo el arribo de Pompei y reveló la charla personal que mantuvo con el DT: “Me habló muy bien, me dijo que soy un gran jugador, y que esté tranquilo”.

Y en tren de pensar en el partido del domingo ante Newell’s, Giménez reconoció: “Vamos a una cancha complicada, ojalá hagamos un buen partido. La gente alienta y tenemos que devolverlo con victorias”.
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