lunes, 22 de noviembre de 2010

Martín Palermo ya le puso fecha de final a su carrera en el fútbol pero, sin embargo, los números muestran una vigencia asombrosa:


ElLoco es el máximo goleador del 2011, con 17 tantos, tres más que David Ramírez y el Tanque Silva. En el poder del Titán y la frescura del pibe Araujo se apoya la ilusión de Boca de terminar el torneo con una sonrisa.

Boca sacó la cabeza de abajo del agua. Respira con la frescura de Sergio Araujo, ese niño mimado del Bichi Borghi que, caprichos del fútbol, empezó a pagar la confianza en este interinato de Tito Pompei con su primer gol en Primera. Y, también, encuentra un alivio en su eterno goleador, el otro, el que nunca falta, el que ya tiene fecha de retiro pero sin embargo sus números hablan de una asombrosa vigencia. Martín Palermo, claro.

El Loco, voz cantante para ordenar el vestuario junto a Riquelme en una semana agitada, les mostró a sus compañeros de que habla cuando habla de actitud. Eso, posiblemente, es lo que a los 37 años lo sostiene como una de las figuras del fútbol argentino. Y con un dato que no deja de llamar la atención: Palermo llegó a siete goles en el Apertura, quedó a uno de los goleadores Martínez y Silva (ocho), y es el máximo anotador del 2011 en el fútbol argentino. El Titán suma 17 gritos, tres más que el exquisito David Ramírez de Godoy Cruz y que el Tanque uruguayo de Vélez.

En la vigencia de Palermo, y la frescura de Araujo, Boca sueña un veranito que lo aleje del frío invierno que vivió en los últimos meses.

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