Le cambió la cara. Alfio Basile lo vio caminando sin dificultad, en la práctica a puertas cerradas de ayer, y ahí sintió que hoy iba a poder contar con su as de espadas. Después de una semana en la que sufrió cinco bajas de sus 11 de memoria por las convocatorias a distintas selecciones, qué mejor noticia para el DT que ver recuperado a Juan Román Riquelme. El 10 evolucionó de la sinovitis en su rodilla derecha y estará desde el arranque esta noche contra Newell's. El Coco, feliz...
Para el entrenador, se sabe, el enganche es clave porque entiende que todo el equipo gira alrededor suyo. "Cuando juega Riquelme, Boca siempre tiene mayor posesión del balón que los demás. Jugamos al ritmo de él y los demás descansan porque no tenemos un ritmo alocado. El equipo se cansa menos. Todo eso se siente en el campo. Es un jugador de los que no encontrás muchos, que regula permanentemente el ritmo. Con la tenencia del balón el equipo juega más tranquilo. En cambio, si siempre la dividís, se arma un despelote como ocurrió contra Argentinos en donde la pelota iba y venía", detalló el Coco sobre la importancia que tiene el 10 en el juego de su Boca. De hecho, las producciones futbolísticas del equipo parecen darle la razón. La mejor actuación fue en el debut contra Vélez, por la Sudamericana, mientras Román estuvo en cancha. Luego, contra Argentinos (faltó por estar suspendido) y Lanús (no jugó por el problema en su rodilla), Boca no generó fútbol y extrañó mucho a su figura.
Sin Medel ni Battaglia, Basile apuesta a un mediocampo más ofensivo. Por derecha pondrá a Marino y el 5 será Rosada (Insúa seguirá por la izquierda). Así, Riquelme tendrá dos socios futbolísticos por ambas bandas y un volante central que, sin ser un dotado, maneja muy bien la pelota.
Se viene Newell's. Faltan cinco titulares. Pero Román es de Selección...
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