Pablo Mouche escuchó durante el receso que Boca buscaba un delantero para acompañar a Palermo. Pero anoche demostró que él mismo quiere ser el ladero de Martín. A los 3 minutos del juego, capitalizó un contraataque tras un error de Otamendi. Fue un gol con su marca de estilo.
Rápido como Usain Bolt e implacable como su compañero de ataque, Pablo corrió y corrió hasta que encontró el momento justo para pegarle con la cara externa de su botín izquierdo. Pero más allá de esta jugada, mostró capacidad para desbordar, algo que quiere Palermo, quien no se siente tan cómodo jugando con otro punta del estilo de Viatri.
Mouche completó esta actuación tras un mercado de pases en el que Boca realizó gestiones por Darío Cvitanich y Gonzalo Bergessio. No llegó ninguno. Y él cumplió con lo suyo.
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