sábado, 22 de agosto de 2009

Ante la ausencia obligada de Román, su jugador fetiche, Basile aún no definió quién será el acompañante de Insúa en la creación

Plan G o plan M? Esa es la cuestión...

"Es difícil reemplazar a Riquelme". El vozarrón no se mancha. Dice, sentencia, explica, en una frase, cinco palabras, una verdad de perogrullo y por lo tanto irrefutable. No hay suplencia capaz de emular al mejor Román, pero... Mañana es el estreno casero, Argentinos se llama el rival y el 10 lo observará desde afuera (por su expulsión ante Colón en el campeonato pasado). Por eso, Basile se rompe el Coco. ¿Gaitán o Marino? ¿Marino o Gaitán?

Obligado por la coyuntura, el DT necesita encontrarle un reemplazante a su jugador fetiche. Se sabe, para Basile no hay alternativa cuando de Riquelme se trata. Sin embargo, en la variada gama de players con la que cuenta, aparece la posibilidad de que Federico Insúa ocupe su lugar en esa parcela de la cancha. "Es factible que el Pocho sea el enganche, aunque eso es relativo. Van cambiando posiciones todo el tiempo", reconoció ayer el técnico en una charla informal, con Olé de testigo, luego de la práctica vespertina en la que plantó un equipo que enfrentó a un combinado de juveniles y que incluyó a Marino por izquierda y a Gaitán de enganche. A ver...

El que gane la pulseada será la segunda guitarra, está claro, pero hablar de posiciones fijas sería un pecado, teniendo en cuenta que hasta Román y el Pocho trocan permanentemente. Ayer, por lo pronto, Marino se movió fijo como volante por izquierda y Nicolás fue el enlace. Activo, enchufado y comprometido con el juego, el pibe buscó siempre la bocha e intentó ser la usina generadora de fútbol. Según la radiografía de Olé, entregó 31 pases bien, cinco mal y no remató al arco. Su presencia puede aportar verticalidad, cambio de ritmo y una constante vocación ofensiva, además, claro, de ese fino pie izquierdo que en sintonía con el de Pocho predispone al goce.

Marino, en cambio, tuvo menos contacto con la pelota, aunque se lo vio preciso. Se notó su falta de recorrido por la banda. Elogiado y alentado por el Panadero Díaz, redondeó los 38 minutos que duró el ensayo con una actuación correcta. Por características camina y juega con el ritmo de Román. En su andar pausado y pensante también tiene panorama.

Durante la gira, Gaitán aprovechó mejor las chances y dejó encantado al DT. Ojo, no bajó Guillermo en su consideración, pero el jueves, en el primer partido oficial del semestre, el que ingresó fue Nicolás y ese era un dato que tentaba a inclinar la balanza hacia el pibe de la cantera. Sin embargo, Coco aclaró que recién definirá esta noche.

Si de encontrar puntos en común se trata, hay algo que los une: ambos decidieron no hablar con la prensa. De manera amable, ofrecieron sus motivos. Uno explicó que "primero quiero jugar" y el otro argumentó que enfrentará los micrófonos "cuando firme los papeles del contrato".

Mientras, Basile sigue rompiéndose el Coco. ¿Plan G o plan M?

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