Su caída y posterior lesión fue uno de los principales aspectos negativos de la gira europea. De hecho, lo marginó durante las primeras fechas del torneo. Sin embargo, Leandro Gracián ya está bien y el domingo podría ir al banco de suplentes. Boca no tendrá a Román, pero recupera al otro 10.
-¿Cómo tomás la vuelta a la concentración?
-Me pone muy feliz poder volver y estar a disposición del técnico para lo que necesite. La verdad es que la pasé mal, fue una de las lesiones más graves que tuve. Fue difícil, pero a medida que iban pasando los días me acostumbré y el cuerpo médico me ayudó mucho. Al final, no fue tan grave como pensé en un principio, no me llegué a fracturar. Se hizo una recuperación muy buena, se cumplieron bien los plazos estipulados y acá estamos otra vez.
-¿Te preocupaste en el momento de la caída?
-Cuando caí me asusté mucho, porque me acomodé yo el hueso en el codo adentro de la cancha. Fue duro, verme el hueso fue bravo. Encima, en el estadio me hice una placa, salió que había una pequeña fracturita y me imaginé lo peor. Me quería matar, más todavía después de haber hecho una pretemporada a la perfección, sin ninguna lesión, con todo el grupo... Mentalmente, el momento fue muy duro.
-¿Es doloroso saber que en partidos como el de mañana serías titular?
-Sí, ni hablar. Pero bueno, es parte de la madurez de uno saber que son cosas que pasan, poder tranquilizarse y tomarlas con calma. Yo me mentalicé en recuperarme para los partidos contra San Lorenzo o Independiente, eso era lo estipulado, por suerte puedo estar a disposición.
-¿Fue importante la confianza que te dio el DT?
-Sí, me ha dado mucha confianza, inclusive antes de llegar a Boca, diciendo que me quería en el plantel. Me generó motivación para ponerme de nuevo la camiseta de Boca.
-El jueves se te vio con muchas ganas en la práctica, incluso tirando algunos lujos...
-Sí, me sentí bien. Había hecho bastantes reducidos, me faltaba una práctica de fútbol, me fui muy conforme. Solté muchísimo el brazo, choqué, tuve contacto. Me dio mucha seguridad, porque es lo más parecido a un partido. Y el juego hoy en día es muy friccionado, el brazo lo usas para todo, más para nosotros en esa posición. Pero me sentí bien, choqué con Somoza un par de veces y no me pasó nada, je. Fue toda una prueba ésa. Me vino muy bien para agarrar un poco de ritmo. Julio decidió concentrarme y tengo muchísimas ganas.
-¿Con ganas de estar en el banco?
-Sí, tengo ganas de estar ahí y sumar minutos en un partido tan importante como éste.
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