lunes, 2 de mayo de 2011

Parecía que estaba todo dado para que la Bombonera sea una fiesta


La irregularidad del equipo de Falcioni hizo que lo posible se torne en imposible. Porque tras ir ganando 1 a 0 con un golazo de taco de Palermo, el Xeneize jugó un segundo tiempo espantoso y fue ampliamente superado por un Independiente que pudo empatarlo y hasta ganarlo si no fuera por la buena actuación de Lucchetti. Definitivamente lejos de los primeros puestos, ahora habrá que ir a ganar a La Paternal para llegar al Superclásico de la mejor manera posible.

El primer tiempo fue una prolongación de la buena demostración del domingo pasado ante Huracán. Con los volantes presionando en territorio enemigo y recuperando la pelota rápidamente el local metía en problemas a un Independiente que mostraba ciertas flaquezas defensivas -sobre todo por los laterales-. En cambio Boca se notaba firme y sereno en el fondo y sólo sufría con Patricio Rodríguez por izquierda -el mejor de la visita- y con las escaladas del colombiano Vélez por derecha.

A los 5 avisó el local con un remate de Riquelme que no pudo contener Hilario Navarro, el rebote le quedó a Palermo quien en vez de patear al arco se la quiso dar a Chávez y la jugada se terminó diluyendo. El Rojo reaccionó de inmediato con un disparo de Velázquez que Lucchetti controló sin problemas.

Boca era una tromba que asfixiaba a su rival y merodeaba el primer tanto. A los 12 Mouche cabeceó por arriba del travesaño tras un gran centro de Chávez. Y tanto fue que tuvo su premio con un lujazo. ¿Quién fue el autor? El máximo goleador de la historia del club que con un tacazo desvió un centro de Mouche y dejó inmóvil a Hilario Navarro para abrir el marcador a los 23 minutos.

Atacando. Así terminó la primera etapa Boca. Una primera etapa que fue la mejor que tuvo como local en lo que va del torneo y que muy distinta fue de lo que el equipo hizo en la segunda parte. Porque parece que las buenas intenciones de los hombre de Falcioni se quedaron en el vestuario y todo lo bueno se transformó primero en malo para terminando siendo horrible.

Salvo una de Palermo a los 5 minutos que podía haber liquidado la historia el local no pateó al arco en el complemento. Y si no fuese por las manos de Lucchetti, quien tuvo su mejor actuación en Boca, el resultado podía haber sido fatal. Es verdad que el Rojo pateó mucho desde afuera del área, pero la sensación que dio es que Boca no sabía que hacer para ganar.

La pelota iba y volvía con la misma velocidad. Costaba un triunfo cortar el circuito de Fredes y Rodríguez con los laterales Vélez y Velázquez. Sobre todo el Patito, quien volvió loco a Clemente, hasta que fue reemplazado, y Ruíz después. Y como tanto había ido Boca en la primera mitad, Independiente consiguió lo que merecía largamente: el empate. Fue con un remate del recién ingresado Villafáñez, que fusiló a Lucchetti y dejó el marcador igualado.

Antes Falcioni sacó a Palermo primero y a Riquelme después en dos cambios muy reprochados por el hincha de Boca. El equipo necesitaba otra cosa. Una cosa que parece Falcioni no le puede dar…

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