domingo, 2 de enero de 2011

Sergio Araujo, una de las promesas, dice que cambió, que ahora tiene más sacrificio y pide que no se olviden de él.


El delantero que enamoró a Borghi sorprende: “La Play me ayuda a resolver jugadas”.

Dice que lo desconoce, que lo eligió una vez y que ya no lo elige más. “Es malo y además le falta físico. Pero sobre todo, es malo”, dice Sergio Araujo del Sergio Araujo virtual, el de la Play. Será que en su caso la realidad le gana a la ficción. Y no en el único aspecto. El pibe de Boca, el mismo que Borghi comparó con sus inicios de crack, el que está en la lista de la FIFA como una de las revelaciones del 2010, el que es figura en la Selección Sub 20 de Perazzo, el que quiere el Real Madrid, viene también a combatir un mito: que el videojuego atenta contra el crecimiento del jugador real. “A mí la Play me abre la mente, porque me ayuda a resolver una jugada”.

-¿En serio? ¿En qué situación? -Algunos movimientos, la manera de recibir la pelota, en los cambios de frente, en cómo habilitar a un compañero. Es más, el gol que le hice a Arsenal es de la Play.

-¿Cómo? -Sí, es un gol de la Play, los movimientos que hice son del juego. A mí la jugada me salió sola, pero la forma de enganchar y pasar a dos jugadores, yo la hago jugando a la Play. Es más, cuando volvía a casa, se lo dije a mi familia.

-¿Y qué te decían? -Mi viejo se cagaba de risa. Pero fue también lo primero que me dijeron mis amigos cuando me vieron.

-¿Qué otras cosas hiciste de la Play en un cancha? -En Reserva hice algunas cosas. Pero ahí encaraba mucho más de lo que encaro ahora. O hacía cosas que ahora en Primera no me animo. Por ahí los grandes te dicen: “Dejá de boludear, pendejo”.

-¿Tenés miedo de que te traten de canchero? -No me preocupa que me traten de canchero porque no lo soy. Es mi forma de jugar. Si tiro un taco o una rabona, es porque me gusta. Lo hago desde que estaba en la Octava. Mi forma de jugar es así y nadie me la puede cambiar.

-¿Es cierto que Borghi te preguntó si querías ser o no jugador de fútbol? -Sí, me preguntó eso.

-¿Y qué le contestaste en ese momento? -Que ser jugador de fútbol era lo que más quería.

-¿Esa pregunta te ayudó a hacer un click? -Sí, me ayudó. Aunque el click lo hice antes del partido contra River. Ahí fui a Reserva, hice un gol, estaba contento pero a la vez triste, porque me habían bajado de la Primera. Y me di cuenta de que estaba dejando pasar el tiempo, que no podía no jugar sabiendo de mis condiciones.

-¿Ese día hablaste con alguien en especial? -Sí, con mi vieja. Le prometí que iba a cambiar. Y con el otro que hablé fue con Pompei: “Tito, vas a ver que voy a mejorar y que voy a jugar”. Y él me respondió: “Así te quiero, pendejo”. También en la oficina de mi representante me hablaron y me ayudaron mucho.

-¿Qué hiciste para cambiar, entonces? -Le agregué un poco de sacrificio a mi juego. Hoy con la habilidad sola no alcanza. Ahora corro más. Pero Pompei me dijo que quiere al Araujo de antes con el sacrificio de ahora. Me dijo que tengo que agarrar la pelota y seguir tirando caños y rabonas. Pero como te dije antes, eso todavía me cuesta un poco. No tengo 25 años.

-¿Por qué lo decís? -Por la experiencia. Cuando tenga cierta carrera, me voy a poder soltar mucho más. Ahora no me da para tirar caños o hacer la bicicleta, aunque son cosas que me gustan.

-Volviendo a Borghi, ¿qué sentíste cuando dijo que se veía reflejado en vos de pibe? -Y... fue lindo, qué sé yo. Más viniendo de él. Me mostró fotos en su computadora. Era igualito, eh.

-¿Y viste algunos videos suyos? -Después. El me mostró fotos y era parecido, flaquito. Luego lo vi en algunos videos y yo también me vi reflejado. Todo lo que me dijo fue muy importante. Le estoy agradecido.

-¿Ahora la gente te reconoce en la calle? -Más o menos. Y espero que siga así, que no me reconozcan mucho, porque me da vergüenza.

-Te cuento que jugando en Boca va a ser cada vez más difícil que pases inadvertido.

-Y sí, lo sé. Pero a mí me gustaría seguir haciendo lo que hago, ir al shopping con mis amigos y caminar tranqui o andar en cueros con mi novia por la calle. No sé, cosas de un chico común.

-¿Firmaste algún autógrafo ya? -Sí, algunos. El otro día estaba parado con el auto en una calle y un vendedor de medias me reconoció y me pidió una firma. ¡Ah, la vergüenza que me dio! Me va a costar mucho eso.

-¿Tu viejo es futbolero? -Ahora que juego yo, sí. Me sigue a todos lados. Y mis hermanas también están a full.

-¿Cuántas hermanás tenés? -Tres. Erika de 16, Belén de 12 y Anita de cuatro. La más grande ya va a la cancha. Y la más chiquita, me cuenta mi mamá, cuando juego para Boca se queda dormida y cuando juego con la Selección mira el partido hasta el final, je. No sé por qué. La que no va a la cancha es mi vieja, Mónica. Por cábala. Cuando va juego mal.

-¿Y ella se la banca? -Sí, con tal que yo juegue bien. Es mi cómplice, pero vamos a ver si este año con mi viejo la dejamos ir algún partido, je.

-¿De chiquito a quién te querías parecer? -Al Kun Agüero. Desde que lo vi, es mi ídolo.

-¿Te dijeron que tenés movimientos parecidos a los de él? -Sí, por ahí cuando voy corriendo a buscar la pelota tengo algún parecido. Pero hasta que llego a la pelota, je, después... El es distinto. Tiene una polenta... Te encara y te pasa. ¿Y no viste el enganche que hace siempre? Uff, es tremendo.

-¿Lo conocés? -No, nunca lo vi. Estaría muy bueno, pero sé también que me daría mucha vergüenza. Todo me da vergüenza. Si me cuesta hablar en esta nota, imaginate lo que me costaría hablarle a mi ídolo.

-¿Le copiás cosas? -Trato de ser yo mismo, pero me gusta ir incorporando cosas de él. Ese enganche que tiene y que te deja pagando, por ejemplo.

-¿Cuando juega para el Atlético Madrid lo ves? -Sí, es lo único que veo, con algunos partidos del Barsa y el Real Madrid. A mí me gusta mucho el Real. Pero cuando me avisan mis representantes, me prendo a seguirlo al Kun. Me encanta la dupla que hace con Forlán: parece que jugaran juntos hace diez años.

-¿Y vos cómo te sentís más cómodo? ¿También con un nueve? -Sí, yo no puedo jugar solo arriba, no me encuentro. Me encanta ir por afuera, más del lado izquierdo, arrancando para el medio.

-¿Qué importancia le das al hecho que la FIFA te tenga entre los jugadores revelación del 2010? -Y... me sorprende. Pero es algo lindo. Más viniendo de la FIFA. Todavía me cuesta creer que se fijen en mí.

-Ya hiciste tu primer gol, a Arsenal, ya jugaste varios partidos de titular... ¿Y ahora? -Y ahora no sé. Primero tratar de hacer lo mejor en el Sudamericano Sub 20 y después espero volver a Boca con todo. Ojalá me tengan en cuenta.

-¿Y por qué no te tendrían en cuenta? -Porque soy un pibe y porque no sé si el técnico nuevo me conoce. Además va a venir otro delantero, está Mouche, volvió Tito (Noir)... No es que vamos a ser tres o cuatro delanteros, sino seis o siete. Está mucho más complicado. Por eso digo que ojalá me tenga en cuenta. Lo fácil es llegar. Lo difícil, mantenerse. Por eso sé que ahora tengo que dar un plus.

-¿Qué arranque de 2011 soñás? -Que primero me vaya bien con la Selección y después, en Boca. Ojalá pueda jugar de entrada y que le demos a la gente un torneo, que hace mucho que no ganamos. ¿Eso estaría bien, no?

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