viernes, 7 de enero de 2011
Boca llegó a un acuerdo con San Lorenzo: Diego Rivero va a préstamo a cambio de Matías Giménez. Hoy se firmarían los papeles.
Hace varias semanas que se viene hablando de la posibilidad de que Walter Erviti vaya a Boca. Lo mismo pasa con Leandro Somoza (ver aparte). Desde el lunes hay negociaciones por Pablo Guiñazú. Lo de Oscar Ustari y Darío Cvitanich se viene manejando desde hace rato... Son todos los nombres que vienen acaparando la atención en este receso en el Mundo Boca. Sin embargo, ayer, fue el día del Burrito. No Ortega sino Rivero. En una negociación rapidísima, Boca abrochó un trueque con San Lorenzo: Matías Giménez se va para Boedo y Diego Rivero (29 años) se muda a La Boca.
Por la mañana, José Beraldi y Juan Carlos Crespi, vices del club y a cargo del departamento de Fútbol Profesional, charlaron con Julio Falcioni y le preguntaron qué le parecía Rivero, colgado en San Lorenzo por diferencias con Ramón Díaz. Si bien el Burrito no estaba en la lista de cuatro jugadores que pidió el DT, dio automáticamente el okey para que avanzaran en las negociaciones. La realidad es que Boca tiene opciones para jugar por la derecha del mediocampo (Battaglia, Medel, Méndez) pero no hay en el plantel ningún 8 natural.
Luego del mediodía, Beraldi se reunió con Carlos Abdo, presidente del Ciclón, y hubo acuerdo para que el trueque se haga a préstamo. Faltan detalles, sí. Fijar el valor de la opción de compra de cada pase, por ejemplo. De hecho, recién hoy en Boca se reunirán con Mauro Bianchi, representante de Giménez.
Mientras se cerraba la operación, Rivero se entrenaba en el Nuevo Gasómetro con el resto de los jugadores que no viajaron a la pretemporada que está haciendo el plantel de Ramón en Mar del Plata. El volante se enteró primero por los medios de esta chance. “Si se da, voy a estar contento porque es nada menos que Boca. Es lindo que te busque un club así”, contó en algunos programas periodísticos.
Rivero, que dicen que en la intimidad es un muy buen imitador de Juan Román Riquelme, ya estuvo una vez a punto de ser dirigido por Falcioni. “Fue cuando me fui de Chacarita. Julio me llamó para llevarme a Banfield, pero yo me fui a México. Igual, le agradecí por el llamado”, recordó el Burrito, quien luego se cruzó con el técnico en el último San Lorenzo-Banfield. “Pasa que yo soy muy amigo de Rosada y él vino y se sumó a la charla”, comentó.
En la cabeza del entrenador, el mediocampo estaría conformado por Battaglia como volante por la derecha, Somoza en el medio y Erviti o Guiñazú más tirado sobre la izquierda, con Riquelme de enganche, claro. ¿Y Rivero? No tiene la titularidad asegurada ni mucho menos. Es una opción interesante por la derecha para el DT, sobre todo si Battaglia no se muestra 100% en lo físico y futbolístico. Pero está claro que va a tener que pelear por un lugar.“No sé dónde jugaría. Es prematuro hablar de eso. Si es por mí, juego hasta de arquero, je... El técnico seguramente sabrá dónde puedo explotar mis virtudes”, explicó.
Para San Lorenzo, Rivero era moneda de cambio en alguna negociación después de que Ramón Díaz decidiera separarlo del plantel por cuestiones extrafutbolísticas. El volante, que llegó a usar la cinta de capitán en este ciclo de Ramón en Boedo, fue marcado por jugar a las cartas en las concentraciones. El club quiso cederlo a Libertad de Paraguay pero el jugador se opuso. Luego, lo incluyó como opción en la negociación con Banfield por el pase de Erviti (dinero más su préstamo). Hasta que apareció Boca, que no es la primera vez que le echa el ojo. “Se habló otras veces pero nunca se concretó. Si hoy es el día, bienvenido”.
Sí. El día del Burrito.
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