sábado, 18 de diciembre de 2010
Julio César Falcioni ayer a la medianoche llegó a un acuerdo con Banfield y así quedó liberado para asumir en Boca.
Hoy, su representante y Portell sellarán la rescisión. El DT sería presentado el lunes.
Boca está condenado a las negociaciones difíciles. A veces porque la sola mención del nombre predispone a los que están del otro lado a querer sacar una ventaja (¿cuántas veces los dirigentes intentan mantener en secreto la chance de algún refuerzo para que no suba su precio?). En otras, directamente, la suerte no lo ayuda. Los dirigentes tenían todo arreglado con Julio César Falcioni desde principios de semana (en realidad, lo tenían hablado desde mucho antes). Y sin embargo, tuvieron que esperar hasta ayer para una definición total. Recién a las 23, el técnico, su representante (Sergio Greco) y algunos de los principales dirigentes de Boca, pudieron cenar en paz. Y no todos juntos, sino en diferentes mesas alrededor de Buenos Aires. Se unieron por teléfono para pasarse el dato más esperado: hoy se cierra todo. Consciente de las horas de día, de noche y de madrugada que le llevó acercar a las partes, Greco habla con cautela: “Falta una charla pero está encaminado”, le dice a Olé casi a la medianoche.
¿Por qué se demoró tanto la definición? Porque la inflexibilidad es un concepto que se lleva de patadas con el de negociación. Y en ésta había posiciones duras, una lucha de egos en la que se dirimía quién lo tenía más grande. Si Carlos Portell, con un año eleccionario por delante y la necesidad de vender cara la “derrota” de quedarse sin técnico. O Falcioni, inscripto en los libros de historia como el único técnico (hasta ahora) que sacó campeón a Banfield. El resultado: empate, o algo así. Todos tuvieron que ceder para llegar al objetivo. Portell esperaba un gesto de Boca que nunca llegó (resarcimiento en dinero o en especies) y seguramente se asustó al releer el contrato que le había firmado al Emperador: 1.200.000 dólares limpios por año. Algo que ni Boca le pagará, ya que JC aceptó redondear para abajo (cobrará 200.000 menos), priorizando que está por dar el paso más grande de su carrera. Y el técnico deberá resignar, además, un dinero que Banfield le debe del actual contrato.
El día fue un infierno en el que hasta se dio por caído el acuerdo de Boca con el entrenador y eso encendió la fábrica de rumores que suele moverse alrededor del club: Simeone y Asad pasaban a ser planes B de los dirigentes que nunca quisieron a Falcioni aun habiéndole dado a Ameal la potestad de elegir y negociar. Pero finalmente, con la noche llegó la calma y lo más probable es que, entre lunes y martes, Boca pueda presentar oficialmente a su flamante entrenador.
¿Por qué se complicó tanto su salida de Banfield? Por política, por orgullo y por plata. Por la relación sin retorno entre JC y Portell. Por aquellos problemas de marquesina. Y por el vil metal: Portell exigió la inmediata devolución de un adelanto que le había hecho a Falcioni. Y el DT quería, con la misma lógica, que le pagaran lo que ya había trabajado. Sus colaboradores también tenían un dinero en el medio, y hubo que negociar por ellos como por JC.
En Boca, entonces, se pusieron nerviosos porque no hay tiempo que perder y ayer de hecho hubo una reunión para definir el plantel que viene, pero para todas las situaciones (refuerzos y prescindibles), los dirigentes pretendían escuchar la palabra final del técnico.
Eso sí: pese a aceptar la necesidad de la presencia del DT, Ameal nunca perdió la calma. Y mientras algunos pedían que Falcioni renunciara a lo que le debían (“Que lo haga, si tanto quiere venir a Boca, que lo demuestre”), el presidente siempre se mostró optimista. “No tengo plan B, sencillamente porque quiero y confío en el plan A. Esto va a terminar bien”, anunció Ameal, firme como en las duras negociaciones por Riquelme.
Lo que resta por delante es la instrumentación formal del acuerdo. Papelerío, cuestiones de lápiz fino. La realidad es que, aun sin anuncio, Falcioni ya es el técnico de Boca. En un momento de la tarde se complicó, y era FalcioNO. Y pese al alerta hasta meteorológico que había, a la noche fue FalcioSI.
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