Franco Fragapane, promesa de la cantera, va al banco por primera vez y define su estilo. “Con un poquito de Rodrigo me conformo”.
Fragapane es cosa seria”, insisten, repiten, machacan en el club los que pasan más tiempo en Casa Amarilla que en su propia casa. Y parece que Falcioni se dio cuenta. Anoche hizo concentrar por primera vez a este delantero veloz, astuto y de desborde acelerado. A sus precoces 18, Franco Fragapane durmió por primera vez con los profesionales y mañana tendrá su bautismo en el banco de suplentes de la Primera. “Un sueño cumplido”.
-¿Así que sos la joyita de la categoría 93?
-(Risas) Así dicen en el club, pero estoy tranquilo, esperando el momento.
-El momento llegó, ¿cómo te enteraste?
-Estaba practicando con la Reserva, vino Omar Pícolli (ayudante de campo de Falcioni) y me dijo que iba a concentrar.
-¿Y te latió el corazón?
-Lo traté de tomar con calma, porque sé que si me vuelvo loco puede ser peor. No debo ser ansioso.
¿Qué significa concentrar por primera vez?
-Algo único, que vengo esperando desde hace mucho tiempo. Quiero aprovechar la oportunidad.
-Riquelme suele hablarles a los más chicos, ¿qué te dijo?
-El es ídolo del club y siempre te dice algo. Hay que escucharlo. Me dijo que esté tranquilo y disfrute.
-¿Cómo te definís como jugador?
-Soy rápido, que desborda, que tiene gol, pero me gusta más que los goles los hagan los 9.
Fragapane trata de hablar con naturalidad, pero aún le cuesta soltarse ante un grabador. Su segundo nombre es Rodrigo. Y aunque se trate de una simple casualidad, el destino siempre juega su partido.
-¿Quién es tu ídolo?
-Palacio. Lo conocí acá en Boca y me pareció una muy buena persona.
-¿Qué te gusta de él?
-Cómo se mueve en la cancha, cómo define, su velocidad. Todos decían que le faltaba gol, pero llegaba debajo del arco. Es un grande. Dicen que soy parecido a él, que tenemos características similares.
-¿Con ser cuánto de Palacio te conformás?
-Con un poquito, je. La mitad estaría bien.
-¿Cuándo llegaste al club?
-En Pre-Novena, vine de Mendoza a los 12. Viví en la pensión y hace dos meses me mudé solo.
-¿Y cómo es vivir solo en Buenos Aires a los 18?
-Ya estoy acostumbrado, je. La ciudad es enorme, pero no soy de salir mucho. Ahora vino mi hermano y estamos juntos en un departamento.
-¿Tu familia vendrá a verte mañana?
-Cuando les cuente, seguro van a querer venir. La primera camiseta es para mis viejos, Hugo y Graciela.
-¿A qué se dedican?
-Mi papá es fletero y mi mamá, peluquera.
-¿Qué soñás que pase mañana?
-Primero de todo que ganemos. Y si me toca entrar, bienvenido sea.
-¿Y un golcito?
-Ojalá. Sería algo increíble. El sueño del pibe, ¿no?
F:ole
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