Sellado lo de Schiavi, la dirigencia de Boca siguió dándole al tubo. Y en ese ida y vuelta de celulares, reunión cara a cara mediante, José Beraldi (vicepresidente primero de Boca) y Cristian Mattera (Secretario general de Independiente) acordaron anoche la llegada de Hilario Navarro. Todavía no se hizo oficial, es cierto, pero según le confirmaron a Olé distintas fuentes vinculadas a la negociación, “de palabra” el correntino ya es el segundo refuerzo del equipo de Falcioni.
¿Por qué todavía no se hizo oficial? Ya resueltas las cifras, faltan cerrar pequeños detalles que, cuentan desde adentro, no deberían estropear la transferencia. En un princicio, Mohamed sólo quería contar con Damián Díaz como parte de pago, ya que el volante ofensivo ingresa en su paladar futbolístico y no le interesaba aceptar a Nicolás Blandi. Por eso, se definió que Boca le otorgará al Rojo un pequeño porcentaje de la ficha del delantero que estuvo a préstamo en Argentinos. Ojo, la situación de Blandi también genera opiniones encontradas en el seno de la Comisión Directiva: hay quienes prefiereren mantenerlo como alternativa de Viatri y otros dirigentes que no ven con malos ojos cederlo otra temporada. Esta vez, suena Tigre.
Del arquero, quedó dicho, se solucionaron todas las cuestiones burocráticas. Aún resta la revisión médica que, resultados en mano, terminará de concretar la operación. Hilario ya sufrió una rotura de ligamentos cruzados en su rodilla derecha y por eso será clave la palabra de los médicos de Boca.
Si todo marcha bien, la idea es que el lunes el arquero pueda estampar el gancho y así dejar tranquilo a Falcioni, quien llegaría a la pretemporada con dos incorporaciones. O tres, si se cierra lo de Franco Sosa.
El problema del arquero ya lleva cinco años sin solución en Boca. Desde la partida de Abbondanzieri al Getafe, a mitad del 2006, nadie se adueñó del arco que el propio Pato y Oscar Córdoba supieron defender con determinación y jerarquía en épocas no tan lejanas. Salvo la versión de Caranta en la Libertadores 07, no hubo un arquero consolidado. Y eso que pasaron Bobadilla, Migliore, Javier García, el Pato (de regreso) y Lucchetti.
Ahora, el club apuesta a un hombre que rindió con creces en Independiente, se convirtió en baluarte de la conquista de la Sudamericana y llega con pergaminos interesantes. Habrá que ver, remanida cuestión en las caras nuevas, cómo se adapta al famoso Mundo Boca. Quienes lo conocen lo pintan maduro y de personalidad. Y sí, parece que Hila bien...
No hay comentarios:
Publicar un comentario