"Estoy súper feliz", dice el Pocho. Lo repite una, diez, cien veces. No tiene manera de disimularlo. Porque hay algo más que lo entusiasma tanto como su vuelta, tan esperada y deseada. Como lo diría un chico, como se lo comentaría un hincha a otro, enseguida arranca, se suelta: "La verdad, tenemos un equipazo. Por eso estoy muy contento, por todo lo que viene", se confiesa ante Olé. Esa espontaneidad, tan propia de él, marca la intensidad con la que vive las cosas. Así está Federico Insúa hoy. Otra vez en Boca, en su casa, con esas ganas que contagia en cada palabra. Así está hoy el ex América. Para ser dirigido por el técnico que tanto pidió por su llegada, para tirar paredes con Riquelme, para hacerle meter goles a Palermo... "¡Qué te parece! Cómo no me voy a ilusionar con este Boca", asegura.
No quería el Pocho ser hoy la tapa de todos los diarios. Pero lo es. Prefería hablar después de firmar su contrato por un año a préstamo, con una opción de compra de 2.500.000 de dólares. "Aunque sé que el exámen físico salió bien, uno a veces quiere cuidar de las formas y esperar que estén todos los papeles. Pero bueno, estoy feliz porque vuelvo al club donde quería jugar. Se lo había dicho a los mexicanos apenas surgió esta posibilidad de venir. Y acá estoy", asegura.
Por la tarde anduvo por Recoleta, donde se hizo la revisión médica en una clínica ubicada en ese barrio. Allí llegó caminando, como si fuera uno más y no el refuerzo top de este ciclo. Porque el Pocho, además de ser multicampeón en la anterior etapa con Basile, no sólo llega con la chapa probada de haber sido figura en Boca: esta vez llega para tocar en la orquesta del mismísimo Riquelme, con quien no había tenido la chance antes.
-¿Qué te genera eso?
-Es una alegría extra. Jugar con él, con Martín, son Seba Battaglia, me hubiese gustado también volver a jugar con Rodrigo... Pero además de la felicidad que me genera ponerme esta camiseta, poder hacerlo con estos monstruos es impresionante.
-¿Cómo te ves jugando con Riquelme?
-¿Y cómo me voy a ver? Muy bien. Seguro. Si es un fenómeno. Muchos me preguntaron si nos vamos a entender. ¡¿Cómo no? Estoy seguro de que las cosas van a salir bien.
-¿Podés ser su complemento? En defintiva, los dos son enganches, pero vos también sos volante por izquierda...
-Totalmente. En este tiempo que me tocó estar afura, jugué mucho como volante por izquierda, tipo carrilero. Eso en Boca lo saben, el Coco también. Yo me adapté bien a esa posición, me siento cómodo y sin dudas que podemos jugar juntos con Román.
-La pregunta es, obvio, porque sería la primera vez que les toque compartir equipo.
-Sí, sí, eso está claro. Pero Román es un fenómeno, no vamos a tener problemas en compartir la cancha. Además, yo me puedo cruzar de enganche, él también moverse. Nos podemos complementar bien. Eso después lo va a determinar Coco, pero mi característica no es quedarme fijo en un lugar.
Al Pocho lo invaden los recuerdos. Es indudable que ni en Alemania ni en México estuvo como en Boca. De hecho, en su momento no se quiso ir del club. Estaba cómodo, era el eje del equipo, lo había ganado todo y, en definitiva, defendía la camiseta del equipo del que es hincha. "La verdad es que lo que vivimos fue maravilloso. Algo impresionante, que por suerte la gente me lo reconoce. Por eso, estoy súper feliz de volver, ojalá todo salga bien en este semestre como salió en la etapa anterior", cuenta, pide, espera.
Seguramente, Insúa vivirá hoy ese día que tanto esperó desde que se fue del club en el 2006. Porque si bien le faltan realizarse algunos análsis (que cumplirá bien temprano), la idea es que se sume a las prácticas con sus compañeros. "Quiero entrenarme ya, no veo la hora de estar ahí, con los muchachos, con el Coco. La verdad es que él hizo mucha fuerza para traerme y yo también para venir. Fue una negociación muy dura y por eso ya tengo ganas de arrancar", cuenta el Pocho, quien de todos modos no se quedó quieto durante todo este tiempo en el que se definió su pase. Al contrario, estuvo en permanente contacto con el preparador físico de Boca y bajo su sugerencia llevó adelante un trabajo especial. "Ahora seguramente me voy a sumar a los trabajos del equipo, pero físicamente estoy a pleno. Nunca tuve problemas en ese sentido. Sólo me falta tomar ritmo en lo futbolístico, algo lógico", comentó.
-En ese aspecto, el futbolístico, ¿en qué momento te encuentra la vuelta?
-Muy bien, muy bien... Con mucha experiencia. Con varias cosas nuevas vividas afuera. Estoy con muchas ganas.
El, el refuerzo que Basile ya esperaba, está en casa. El Pocho vuelve para completar aquel exitoso primer paso en el club. Y vuelve así, a full, como si nunca hubiese jugado en Boca...
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