Insua es de Boca

Lo dijo en julio del 2007. Dos años después, Federico Insúa está a minutos de cumplir aquel sueño, después de pasar los últimos 24 meses en México. Faltan detalles, burocráticos más que nada, para que el volante se convierta en el primer refuerzo de Alfio Basile, que ya había anticipado su incorporación horas antes en su primera conferencia de prensa, en ese lugar al que sueña volver el Pocho. "Tiene clase, técnica, está enamorado de Boca", se entusiasmó el Coco, que un rato después recibió la gran noticia. Finalmente, y aunque aún quedan detalles por pulir, el América documentó la deuda que tenía con el jugador (era la principal traba) y como los dirigentes ya tenían acordado con él su contrato, sólo falta que se redacte y se firme, algo que podría pasar hoy o a más tardar el lunes, día en el que además podría ser presentado formalmente.

El interés por Insúa surgió cuando Ischia aún era el técnico. Sin ser tenido en cuenta por el club dueño de su pase y habiendo descendido con el Necaxa en mayo, parecía que el terreno estaba allanado para negociar su retorno al club con el que ganó todo lo que jugó. Pero la negativa de las Aguilas a aceptar un préstamo, por su intención de recuperar la inversión realizada, retrasó todo. Si hasta el enganche debió viajar a tierras aztecas para presionar: cuando no le permitieron entrenarse con el primer equipo, se abrió definitivamente la puerta. La llegada de Coco terminó de acelerar el trámite, aunque el último empujoncito se lo dio Daniel Montenegro, quien ayer, más temprano, acordó su transferencia de Independiente al América.

Por la tardecita, uno de los agentes del Pocho se comunicó con los dirigentes de Boca y les dio la noticia tan esperada: documentada la deuda que mantiene América con Insúa, ya está lista la transferencia. De esta manera, Federico llegará a préstamo por un año con una opción de compra de 2.500.000 de dólares. "Falta la papelería, armar el contrato, que nosotros ya teníamos acordado y listo", se entusiasmaron los dirigentes, felices por poder darle a Basile el primer gustazo. Y el Coco, chocho con el Pocho...