A Rodrigo Palacio le aconsejaron ayer por la mañana que interrumpiera unas horas antes sus vacaciones y que viajara inmediatamente a la Ciudad de Buenos Aires, porque allí le esperaba algo trascendental para su futuro. El delantero, de 27 años, le hizo caso a los dirigentes y rápidamente dejó su Bahía Blanca natal para sumarse a una suerte de cumbre que se estaba realizando en el hotel Emperador, en la Avenida del Libertador al 400, de la que participaban el presidente xeneize Jorge Amor Ameal; Fabrizio Preziosi, uno de los hombres fuertes de Genoa; Marcelo London, otro dirigente boquense; y el empresario Martín Guastadisegno, apoderado de Sebastián Battaglia y quien acercó ambas partes. Luego de una extensa reunión, LA NACION fue el único testigo del esperado acuerdo, del que solamente faltan las firmas: Palacio emigrará al equipo italiano a cambio de 4.500.000 de euros libres de impuestos. Además, si en el futuro Genoa transfiere a la Joya en una cifra superior a la que desembolsará ahora, el club de la Ribera recibirá un porcentaje de ese excedente.
El bahiense concurrirá al entrenamiento de hoy por la mañana, en el predio Pedro Pompilio (ex Casa Amarilla), pero en los próximos días se despedirá de sus compañeros (especialmente de Martín Palermo, Battaglia y Juan Krupoviesa, sus mejores amigos) y se sumará a la pretemporada del club genovés en la ciudad de Neustift, en Austria.
Según pudo averiguar LA NACION, hace varios meses que Fabrizio Preziosi, hijo de Enrico Preziosi, el presidente de Genoa, está obsesionado con la contratación de Palacio. Incluso, el dirigente italiano es tan fanático de los xeneizes que el ringtone de su celular es un cántico de la hinchada azul y oro. "Hace unos seis meses estuvo acá, en la Argentina, y lo conoció a Rodrigo. Desde ese día creo que se propuso comprar el pase", confesó ayer, por lo bajo, uno de los hombres que participó de la operación.
Palacio, conocedor de que el interés de Genoa iba realmente en serio, se preocupó en los últimos días por conocer cómo es la ciudad portuaria donde vivirá, a orillas del Mar Mediterráneo. Además de navegar por Internet, el delantero, que firmó un vínculo por cuatro temporadas, charló telefónicamente con Diego Milito y con Luciano Figueroa. "Me dijeron que la gente es muy fervorosa, fiel y pasional..., como la de Boca", le dijo Palacio anoche a LA NACION.
Además de cumplir el sueño de tener una experiencia en el Viejo Continente, a Rodrigo lo entusiasma poder formar una poderosa pareja ofensiva con Hernán Crespo, otra de las incorporaciones de Genoa para el próximo torneo.
Luego de cuatro años y medio, Boca perderá a uno de sus jugadores más mimados . Perderá a Palacio, el muchacho sencillo que llegó a la Ribera con perfil bajo, pero terminó desplazando de la titularidad a un símbolo como Guillermo Barros Schelotto y conquistando ocho trofeos, entre ellos, la Copa Libertadores de 2007. Pese a que una traicionera pubialgia le jugó una mala pasada en los últimos meses, Boca se acostumbró a tenerlo y, sin dudas, lo extrañará.
En el campo de juego de la Bombonera, Boca presentó a los nuevos auspiciantes de su camiseta: la firma coreana LG Electronics (por US$ 2.000.000 al año) y la petrolera francesa Total (500.000 dólares) lucirán en el pecho y las mangas, respectivamente.
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