Di Zeo asegura que contra Rafaela copará con su gente la segunda bandeja que da al Riachuelo. “Tenemos entradas y carnets”, afirma.
yo voy en son de paz. Te lo juro. Llevo toda mi gente para meter fiesta y vamos a ir a la segunda bandeja que da al Riachuelo, para que nadie entienda que hay una provocación a los otros. Pero no sé cómo va a terminar, éso no lo puedo asegurar”.
La frase pertenece a Rafael Di Zeo. Y preanuncia tormentas. Jefe de La Doce entre el 96 y el 2007, cuando cayó preso por la emboscada a los hinchas de Chacarita del 6/3/99, Rafa dice que le llegó la hora de recuperar lo que es suyo. Cumplió su pena de cuatro años y tres meses, no tiene impedimentos legales para regresar a la cancha y en los últimos cuatro meses se dedicó a forjar un grupo para desbancar a Mauro Martín, su ex ladero que ya avisó que su presencia no es bienvenida. La guerra está planteada y justo mañana, contra Rafaela, partido clave por el torneo. El miércoles Di Zeo juntó a su tropa en Moreno (hubo un asado con 150 barras) y el jueves, en un club de Mataderos. Allí hizo la arenga y prometió entre carnets y entradas, 270 lugares. Y algunos dicen que tocaron a tres empleados de la puerta de ingreso al estadio para que les liberen un molinete para otros tantos.
Ahora, Rafa se ríe. Y dice: “No te voy a decir la cantidad de gente que tengo. Pero son muchos. La mayoría son socios y otros van con tickets”.
-¿Cómo tenés las entradas si Boca no vende? -¡Cómo que no! No vende por boletería, pero están las de las peñas, las de otras oficinas...
-¿Y quién te las dio? -Salieron de Boca.
-¿Pero de que bolsillo? -Ameal, Crespi, Beraldi, poné el que quieras. La gente quiere que vuelva la verdadera barra, la nuestra. Vamos con las banderas de la época del Abuelo, si la única que les quedó a ellos es la de Di Carlo, después tuvieron que hacer todas nuevas. Y llevamos bombos, vamos a meter fiesta, como ocurría hasta que me metieron preso.
-Fuiste preso por violencia en el fútbol.
-Vos sabés que no fue por eso, a mí me soltaron la mano de arriba, pero ya está, es pasado, ahora pienso en el presente. Y te aclaro que voy a ir en paz, no quiero líos. Ahora, si me vienen a buscar, los vamos a enfrentar, porque si nunca corrí en 35 años, menos lo voy a hacer ahora.
-Lo que no entiendo es por qué tienen que ir vos, Mauro, o el que sea, a joderle la vida al hincha común. ¿Por qué no arreglan sus problemas lejos de La Bombonera? -Porque ellos no quieren. Para mí sería lo mejor. Fijamos un día en la plaza Matheu, que es el histórico lugar donde se dirimían las cosas de la barra, 200 contra 200, y el que pierde se va. Y la pelea te la doy como vos quieras: con chupetines, puchos, como vos decidas. Y listo.
-¿Sabés que tenés un juicio por asociación ilícita pendiente y cualquier hecho de violencia te devolverá a la cárcel? -Pero yo no voy a hacer nada. En todo caso, no pueden meterme preso por defenderme. Nosotros no somos los malos de la película, sólo queremos ir a ver a Boca en paz. Pero ellos... espero que no juguen sucio y eso incluye que no nos manden a la Policía a frenarnos los micros. Porque Mauro arregla siempre con la Federal.
-¿Vos no? -Si tuviera un arreglo habría vuelto a la cancha hace mucho tiempo.
-Pero estás trabajando en política con la agrupación La Kirchner de Rudy Ulloa...
-Es verdad. Pero tengo un guiño político más grande todavía. Muy grande. Si no, esto no lo haría ni loco.
-Ah, volviste a tener la agenda del poder.
-No lo diría de esa manera. Tengo un guiño.
-Bueno, si el domingo hay lío, vas a necesitar la agenda para no terminar preso otra vez.
-No es así. Siempre me ponen como el peor de todos pero no lo soy. ¿Acaso no tengo derecho de ver a mi equipo en mi casa? -Hiciste algunas cosas...
-Lo que hice, lo pagué. Ahora voy con mi gente a mi casa, porque La Bombonera es mi hogar.
-Los dueños son los socios. Y el que se cree dueño ahora, Mauro, no te quiere de inquilino.
-Es su problema. Pero por eso, aunque yo voy en paz, no puedo asegurar cómo va a terminar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario