viernes, 3 de junio de 2011

Recién hoy Falcioni decidirá si indulta o no a García. Más allá de lo que pase, el lío con el arquero tensó la relación del DT con Ameal...


Se reúnen todos los miércoles por la noche. Julio César Falcioni y Jorge Amor Ameal. La excusa es cenar. Viene a ser una cumbre semanal. Este miércoles, no se encontraron e, incluso, estaba en duda que fueran a hacerlo otro día de la semana. Casualmente, entre viernes y sábado de la semana pasada, la sanción a Javier García y la irrupción de hinchas en una práctica a puertas cerrada tensó la relación entre ellos. Y hoy, hasta el entrenamiento de esta mañana, el técnico no tiene decidido si le levanta o no el castigo al arquero...

No es Falcioni un entrenador que se deje influenciar. Fue el primero en quitarle la titularidad a Riquelme y en sacar en los últimos minutos de los partidos a Palermo. Tampoco dudó en sancionar a Noir y Monzón por distintos actos indisciplinarios. La sanción a García, sin embargo, no resultó tan sencilla para JC. Porque la noche anterior al anuncio oficial, Román había dicho que darle importancia a ese tema era “una pelotudez”.

Consciente de que dejar al arquero fuera de la lista de concentrados afectaba transitivamente a Román, por la amistad que los une, Ameal enseguida se mostró en desacuerdo con la medida, y se lo manifestó al técnico. “No es momento de ganarse un conflicto”, habría dicho el presidente, en medio del invicto de seis partidos que el domingo se estiró a siete. Sabía que esa sanción era motivo suficiente para que el ídolo pusiera mala cara... Falcioni siguió adelante y confirmó la suspensión que luego fue apoyada públicamente por Palermo. “Yo estoy para tomar decisiones, para eso me contratan”, suele decir.

El sábado, para colmo, se sumó un motivo de fastidio más, porque al cuerpo técnico no le cayó bien que se abrieran las puertas de un entrenamiento que siempre es cerrado. Cuando se dieron cuenta, tenían la tribuna repleta de gente. Y los quisieron sacar, pero ya era demasiado tarde... Inmediatamente, por la aparición de Ameal en la práctica, se le atribuyó a él ese permiso para acceder libremente.

“¿Ameal está enojado por la sanción?”, le preguntaron el domingo a Falcioni, después de Newell’s. “Yo tengo el respaldo de la Comisión Directiva en las decisiones que tomo”, respondió. “¿Y vos estás enojado con Ameal porque el sábado dejó pasar a los socios?”, insistieron. Y ahí, el contestó: “Queríamos trabajar a puertas cerradas, pero había mucha gente y una vez que estaba adentro, era complicado sacarla”.

El origen de estas diferencias viene del comienzo mismo del ciclo. En los encuentros previos al acuerdo, Falcioni le repitió varias veces a Ameal que Riquelme sería una pieza clave de su equipo, que si anteriormente no había jugado con enganche era porque no lo había tenido. Después, cuando resultó que el técnico no estaba tan encantado con el 10, el presidente lo tomó como un desplante. Los vices Juan Carlos Crespi y José Beraldi se convirtieron en los respaldos para JC.

Ahora, con la decisión tomada de pagar la cláusula para que Lucchetti pueda enfrentar la semana que viene a Banfield, el DT se debate entre la posibilidad de dejar otra vez afuera a García o devolverle su lugar en el banco. La fecha que estuvo al margen, a diferencia de lo que sucedió con Noir o Monzón, no da necesariamente por cumplida la suspensión. El cuerpo técnico va a evaluar cómo estuvo el arquero durante esta semana y recién ahí tomará una nueva decisión. “Vamos a ver, vamos a ver”, dijeron ayer.Aunque Ameal no desea ningún malestar, y menos uno que roce a Román.

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