martes, 7 de diciembre de 2010
Román ya se planteó su objetivo para el Clausura 2011. Y se lo dijo en la cara a Angelici, el directivo que más se opuso a su renovación.
Lugar: vestuario principal de la Bombonera. Protagonistas: Juan Román Riquelme, alias el talentoso cuestionado, y Daniel Angelici, como el (ex) tesorero que nada tiene de Angelici... Acción: - Riquelme (abrazado al hombro de Marcelo London): ¿Por qué no estás contento vos? -Angelici: Yo sí estoy contento.
-R: A mí me parece que no. Te escuché el otro día en la radio y no me pareció que estuvieras contento. Y yo quiero que en Boca estén todos contentos.
-A: Yo estoy contento, sos el mejor jugador, pero te hubiera renovado por dos años nada más. Los felicito a tus representantes porque consiguieron el mejor contrato para vos.
-R: ¿Y por qué no por cuatro años? Si tengo 32... Es más, vas a tener que renovarme por cuatro años más. En el torneo que viene voy a jugar 15 partidos y vamos a ser campeones.
Imperdible por donde se lo lea, la reconstrucción del diálogo que el domingo a la nochecita, en la previa del partido frente a Quilmes, mantuvieron Román y Angelici (con el presidente Jorge Ameal y el Vicepresidente del Departamento de Fútbol Profesional Marcelo London como testigos) entrega una pintura exacta de la actualidad del 10: quiere revancha, más allá de que esta palabra no aparezca escrita en su diccionario. El dirá que “quiere demostrar y demostrarse que puede jugar por mucho tiempo en la Primera de Boca”, pero su ser interior transmite esa incomparable sensación de tener un objetivo a la vista (la Copa América también lo tienta) y plantearse una meta a superar.
Es significativo, también, que el destinatario de semejante sentencia haya sido Angelici, justamente el directivo que más se opuso a su renovación y que la semana pasada volvió a reiterar su disconformidad con la decisión de firmarle un contrato tan extenso. Del más duro riñón macrista, el ex tesorero expresó en público, en privado y en reuniones de Comisión Directiva que consideraba exagerado rubricarle a Riquelme un vínculo por cuatro temporadas. Y el lector que ha seguido la novela más atrapante del invierno ya sabe cómo terminó la historia: gritos, discusiones y una votación de CD repleta de implicancias políticas que desempató el presidente y Román terminó felí.
Pero la felicidad de Riquelme se hizo añicos en este semestre: sólo jugó frente a Argentinos y 45 minutos ante River. Luego, se resintió de la lesión (tendinitis aquiliana en la rodilla derecha) y junto al cuerpo médico tomó la decisión de parar hasta el año que viene. Y si se cumple lo que le prometió a Angelici, ¿quién lo para a él?
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