jueves, 12 de agosto de 2010
Ya está por fin,ahora ponete bien y sacanos campeones.
Riquelme llegó al club pasado el mediodía y firmó su nuevo contrato por cuatro años con Boca. No estuvo el tesorero Angelici. El Diez esta misma tarde se reencontrará con Borghi y empezará a entrenarse en Casa Amarilla...
Es la firma más larga el mundo. Por fin, en este jueves pesado y húmedo, lluvioso en Buenos Aires, una vez se terminará esta historia que empezó a hablarse cuando se va el Clausura. Que tuvo muchos momentos explosivos, declaraciones venenosas, amenazas de separación y hasta votaciones increíbles, que pusieron a Riquelme en medio de una interna política impresionante. Papel va, papel viene, en Boca esperan al mediodía al 10 por el club para que oficialice su continuidad, en principio por cuatro años.
Después de tanta charla, de tanta reunión, los dirigentes de Boca le mandaron los contratos a la gente que maneja al 10 y empezaron a hilar fino en los detalles. Y Riquelme llegó al club pasado el mediodía para poner la firma en el nuevo vínculo con el club, por cuatro años. Bajó de su camioneta y, sin hacer declaraciones, subió directo a Presidencia para terminar con la novela del invierno. Un rato más tarde, los papeles ya estaban firmados y a la tarde el jugador se entrenará otra vez en Casa Amarilla.
En Boca esperan que Riquelme, quien se está recuperando de la operación de rodilla y en unas fechas quizás esté para volver, vuelva al club después de un par de meses y se reencuentre con Borghi, a quien visitó en una práctica cuando arrancó su ciclo, en Pilar. Y que esté ahí, cambiadito, a las 14. ¿Por qué a esa hora? Porque es la hora de la práctica, extraño horario. Porque el Bichi quiere ensayar con el equipo en el mismo horario en el que enfrentará a Racing, el sábado, tal vez para probar con una rutina nueva de desayuno, sin almuerzo antes de salir a la cancha.
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