Aparecieron pintadas pidiendo por la renovación de Román y Palermo. Lo del 9 está mejor. Lo del 10, no.

Tarde noche del sábado. Poca gente por Casa Amarilla. Por eso, nadie vio al autor, pero sí las pintadas: “Martín, Román, un sólo sentimiento, renovación ya”, con aerosol amarillo. “Respeto a los históricos”. ¿La firma? “Los socios”. Al menos, eso dice sobre los paredones que rodean las canchas dos y tres del complejo en el que el martes volverá Boca al trabajo. Sobre Del Valle Iberlucea, son cinco los graffitis que, si bien no apuntan a nadie específicamente, tienen un único destinatario: la dirigencia de Boca, que aún no logró acordar la continuidad de los dos ídolos. ¿Cómo está hoy la situación? La renovación de Palermo parece estar al caer. La del 10 sigue siendo mucho más complicada.

Goles hay.

En un principio, la situación del Loco parecía ser mucho más intrincada que la del enganche. El nueve se fue al Mundial sin haber tenido ni una sola conversación con la dirigencia. Sin embargo, y mientras se conocía la intención de San Lorenzo de sumar sus gritos, las partes se fueron acercando. El punto insalvable eran los premios por objetivos que se incluían en el nuevo contrato (un monto fijo a cobrar y otros según el rendimiento individual y colectivo). Sin embargo, los números fueron puliéndose y la idea es que el próximo jueves el acuerdo quede sellado entre las partes. Así, parece, Martín cumplirá su sueño de retirarse en Boca luego de Sudáfrica.

Enganche, aún no.

El caso de Riquelme sigue siendo una incógnita. Mientras el presidente asegura que “mientras haya diálogo con el representante está todo bien”, los rumores indican que no será tan sencillo. El 10 quiere un contrato de cuatro años, que no toda la mesa de Comisión Directiva está dispuesta a aceptar: el tiempo que pide supera la duración del mandato de Jorge Ameal (diciembre de 2011). Claro que, públicamente, los dirigentes no se cansan de asegurar que pretenden retenerlo. Por esa razón, Horacio Palmieri, vocal suplente, envió una carta a la CD exigiendo votación nominal (con nombre y apellido) para que conste en actas quiénes realmente quieren a Román y quiénes no. Por lo pronto, la respuesta del club quedará pendiente hasta mañana. Aunque el acuerdo, aún, parece lejano. Más allá de lo que pinten los hinchas...
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