lunes, 2 de enero de 2012

Martín "Si hago una pretemporada, estoy para jugar..."


El 9 extraña. “Con All Boys me moría por estar adentro”, admite. Y dice que se siente bien, pero ya prepara el partido despedida. ¿Es una locura que juegue la Copa?

¿Cómo terminaste el martes ante Uruguay, cansado?

-La verdad que sí, estuvo entretenido, lo que pasa es que los uruguayos, por más que fuera un partido de la Fundación Pupi, querían ganar y casi todos están en actividad.

-¿Te dieron ganas de volver a jugar?

-Y... Estar de nuevo en una cancha, en un vestuario, te genera muchas cosas. Más cuando es reciente. Si hace mucho que dejaste es distinto, pero en mi caso generó muchas sensaciones. Estamos asimilándolo y entendiendo en qué lugar estoy. Es cierto que jugar este tipo de partidos te pica.

-¿Te sentiste muy lejos del nivel?

-Mucho no se pierde en seis meses. A los dos años por ahí ya sentís la falta de tiempo, todo... En lo físico, en los movimientos...

-Pero, a ver: ahora estamos en época de pretemporada...

-Si hago una pretemporada, estoy para jugar.

-Justo Boca está buscando un 9, ¿viste?

-Noooooo.

-¿Pero cómo? Decís que estás para jugar, hay pretemporada, Boca busca un 9 y tenés la Libertadores por delante...

-El problema es que no sé cómo me va a responder la rodilla y es lo que me limitó en el último tiempo.

-¿Esta vez te molestó?

-No, al estar seis meses sin exigirla, sin sobrecarga...

-Si hacés una pretemporada diferenciada...

-Cuando en su momento Julio (Falcioni) me pidió que siguiera, me avisó que podíamos manejar lo de la pretemporada según cómo me sintiera. Pero nunca me había pasado, más allá de las lesiones, sufrir el día a día. Me mataba.

-¿El problema es el dolor o el riesgo de volver a romperte?

-Es el dolor, el desgaste. Después de los partidos terminaba con la rodilla inflamada. Se me juntaba líquido y me entrenaba con la limitación del dolor. O sea, no al 100%. Y no estar a la par de mis compañeros me jodía muchísimo.

-¿No da para 14 partidos de Copa?

-....(duda, piensa). No, no... Me encantaría. En el lugar del Flaco Schiavi, la jugaría sin dudas. Pero...

-¿Qué podría pasarte? ¿Sería un retroceso en lo que vos te preparaste para el retiro?

-Y me genera un cambio que, como soy yo, que me preparo... No bien terminaba el campeonato, ya me estaba preparando la pretemporada. Tenía todo en la cabeza. Iban diez días de vacaciones y me pasaba seis en un gimnasio. Ahora no sé si estoy preparado para eso.

-No sabés...

-...

-Se te sientan acá el técnico, el presidente y Macri, y te dicen que necesitan seis meses tuyos...

-No, porque si no lo hicieron cuando se lesionó Lucas (Viatri)...

-Pero en este momento tenés la pretemporada. Y paraste seis meses pero peor que cuando te rompiste no estás.

-No, claro, eso es cierto.

-¿No lo pensarías, no lo hablarías con alguien?

-Hoy no. Si el llamado hubiera sido enseguida, me lo habrían hecho pensar, analizar. Te digo un no que interiormente...

-No suena convincente el no.

-Es que imaginate... Me pasó en la última fecha contra All Boys: me moría por estar ahí adentro jugando. Me moría, eh.

-¿Por eso no ibas a la cancha?

-Y, si hubiera ido en la segunda fecha...

-Volvías.

-Y sí, me ponía a entrenar. No sé lo que me hubiera pasado. Llegaban los fines de semana y mi casa era... Iba, venía, iba... No podía estar tranquilo. Empezaban los partidos y...

-¿Viste los partidos?

-Al principio, no. Pero hubo uno en el que vinieron Guille y el Pato a casa a comer asado, creo que contra Unión, y... El primer tiempo no lo vi porque estaba en la parrilla, pero después nos sentamos a comer y les dije: “Si quieren ponerlo, pónganlo”.

-¿Cómo es tu día hoy?

-Trato de ir dos o tres veces por semana al gimnasio.

-¿Te levantás más tarde?

-Si no voy, tipo 10 me levanto, desayuno tranquilo y siempre tengo algo por hacer. En época de clases por ahí estoy con Ryduan y lo llevo a la escuela o a algún entrenamiento. O iba más seguido a La Plata a ver a mis viejos, al gimnasio de mi hermano, aprovechaba para estar más con los chicos de la escuelita de fútbol.

-¿Te gusta Suazo?

-Me gusta. Jugó Copa, está en su selección.

-¿De los que nombran es el que más te gusta?

-Para mí, el primero era (Santiago) Silva.

-¿Y de los que pueden?

-Suazo. Por su experiencia, por la Copa, porque jugó Eliminatorias, Mundial...

-Pero por ahí el técnico busca una referencia de área. ¿Cómo sería el 9 de tus equipos?

-Un referente de área.

-Un metro setenta, no.

-No, no. Tiene que tener un físico grande, que lo veas en la cancha, que lo encuentren cuando llegás al fondo y tirás el centro. El delantero de área te come a los dos centrales, que están pendientes de él.

-¿Y con enganche o no?

-Sí, 4-3-1-2. Si lo tengo, con enganche. Si no, 4-4-2.

-¿Qué estás haciendo para tu carrera como DT? Hace poco te mencionaron para Godoy Cruz.

-Y ahí ya empezás a mirar más los jugadores que hay, cómo está el equipo...

-¿Conocés todo?

-Sí, a la gran mayoría por haberlos enfrentado o, como mínimo, de verlos.

-¿Pero hay algún trabajo específico que hagas? Mirar videos...

-No, hablo mucho con el Profe, Gastón Mendoza, que estuvo con Gregorio Pérez y con el Melli Gustavo en Libertad de Paraguay. Tiene mucha experiencia y muchas condiciones, es muy exigente, está actualizado... Fue compañero mío en las Inferiores de Estudiantes. Nos vamos pasando información.

-¿Cuáles son los técnicos que más te marcaron?

-Bianchi, el Coco y en los inicios el Profe Córdoba.

-¿Qué te gustaría tener de cada uno de ellos?

-La sencillez es lo primordial. Para el jugador es clave que le sean simple. De Coco me gustaría tener su presencia, desde su voz hasta su imagen como técnico, todo lo que te transmitía: era muy claro, muy simple. A Carlos era verlo nomás, era verlo parado en el banco y te transmitía una tranquilidad... Vos decías: “Está Carlos”. Después, en el entretiempo, o en algún momento te decía algo y era suficiente: no necesitaba que me hablaran mucho. Y del Profe el armado del grupo, sus locuras.

-¿A quién te parecés más?

-Lo que pasa es que hay que adaptarse a los cambios. Creo que se puede tomar cosas de ellos, pero no todo. Primero hay que conocer el grupo, cómo piensan, en qué tienen la cabeza. Ya no es lo mismo que en la época de Coco o Carlos. El fútbol ya no se vive igual por el cambio de generación.

-Como técnico, ¿cómo le plantearías un partido a este Boca que lleva casi 30 partidos sin perder?

-Los primeros partidos de ese invicto los viví desde adentro, como jugador. Y ya hay una diferencia: a este Boca no le hacen goles. Yo creo que hay que atacarlo. Muy pocos equipos lo hicieron. Hay que tratar de sacarle la pelota presionándolo, algo que no vi en los equipos que lo enfrentaron.

-¿Le harías personal a Riquelme?

-No, personal no. Presionarlo, sí. Cuando un jugador de Boca tiene la pelota, no hay que dejarlo jugar. Mínimo, dos encima. Si de mitad en adelante le dejás espacios para generar fútbol, te desequilibra porque tiene jugadores que marcan la diferencia. Con Boca muchos salían a ver qué pasaba. Y si hacés eso...

-¿Cuánto influyeron Orion y Schiavi?

-El Flaco consolidó la defensa: el rendimiento de Insaurralde fue totalmente distinto. Y en los equipos siempre necesitás eso, un acompañamiento como el que tuvo Bermúdez con Samuel o con Matellán, cómo los terminó explotando hasta que los dos se fueron a Europa. Los campeonatos los ganás con gente grande y después podés mechar dos o tres chicos. Boca fue un equipo sólido que arrancó desde la defensa. Si desde atrás transmitís esa seguridad, con individualidades que te marcan la diferencia...

-¿A quién te llevarías para tu equipo?

-Al Pochi... Porque no puedo sacar 11. Si no, me quedo con este equipo, eso está claro.

-Ahora podés incorporar sólo dos.

-Al Flaco y a Pochi.

-¿Por qué?

-Al Flaco por lo que me va a dar defensivamente: su experiencia, su presencia... Es un técnico dentro de la cancha. Y a Pochi, más allá de la amistad, lo valoro como jugador.

-¿De qué pondrías a Chávez?

-Si juego con cuatro en el medio, que sea como un doble 5 adelantado. En Boca se liberaba más él y no tanto Erviti, que sí lo hacía en Banfield.

-Te va a pedir la 10.

-Nooo.

-Decís que Boca es sólido. ¿Es lindo de ver?

-El que quiere ver buen fútbol... No se vio en Boca. No se vio un Boca que brillara. Hacía lo que tenía que hacer, al estilo de Julio, como en Banfield. Te hacía un gol y era difícil de hacerle uno.

-¿Este Boca se parece al primero de Bianchi?

-Con Bianchi éramos más contundentes, hacíamos más goles. Y se veía más juego. Pepe Basualdo y Cagna generaban más fútbol, eran todos jugadores de Selección.

-¿Te arrepentiste cuando viste que el equipo se encaminaba al título?

-No, el retiro ya lo tenía decidido de antes. No analizo a resultado puesto. Si no, decís “para qué me retiré” o debería haber aceptado jugar seis meses más.

-¿Pero no te hubiera gustado vivir otro título? -Que el técnico viniera y me pidiera que jugara seis meses más, eso me podía llegar a tentar, pero no me cambió la cabeza el campeonato.

-Se habló mucho del problema de relación entre vos y Román. Mucho se especuló con que la salida tuya, como pudo haber sido la de Román, descomprimió el vestuario. ¿Con vos adentro este Boca hubiera sido campeón igual? -No sé si hubiera salido campeón o no. Sí creo que la salida de uno, como pudo haber sido de otro, descomprimió hasta al técnico. Hasta al periodismo. En la semana no se vivió pendiente del vestuario, de qué pasaba, ni quién estaba con quién. Aquello llevaba a sentirse incómodo en el día a día: si hablábamos, con quién estaba cada uno, con quién tomaba mate...

-¿Los nuevos preguntaban al llegar?

-No, ya venían con referencias. El que llega a un plantel ya sabe quién es quién.

-¿Creés que Román tuvo un mayor compromiso en este torneo?

-Creo que al haberme ido yo, fue tomar la posta. La referencia es él. Más allá de la llegada del Flaco, la cara visible es Román.

-¿Pero puede haberse preocupado más por salir campeón?

-Habría que preguntárselo a él por el lado del compromiso de entrenamiento, de pretemporada, de ganas de jugar o no.

-¿Desde afuera no se ve nada distinto?

-Se vio desde las primeras nueve fechas que pudo jugar, que estuvo comprometido, con otra actitud. El jugador tiene actitud. ¿Qué es tener actitud? Más ganas, más predisposición. Lo ves. De qué manera sale a la cancha...

-¿Cuál fue la importancia de Riquelme en este título?

-¿La importancia?

-A la hora de elegir dos para llevarte, no lo elegiste...

-Si está comprometido, es importante. Es difícil que yo pueda dirigir al Boca de hoy. Tal vez si él se va mañana a Racing o a Tigre, y a mí me contratan, dirijo. No porque esté Román no voy a dirigir. Lo de Boca pasa por todo el conocimiento que tengo del plantel.

-¿Cómo lo ves como jugador?

-Diferente. Estando bien, sabés que en algún momento te va a marcar diferencia sobre cualquier otro plantel que no lo tiene.

-¿Por qué decís que no sabés si con vos hubieran sido campeones? Se supone que un goleador así sumaría...

-Sí, creería que sí. Creo que con la llegada del Flaco, y estando yo, se hubiera potenciado el plantel. Lo mismo que Orion, que fue una llegada muy importante. También fue bueno lo de Erviti, lo de Somoza. Fue un equipo. Los objetivos se consiguen en equipo, nunca vi que uno o dos jugadores ganen un título.

-¿Boca jugó en los últimos años para tus récords? Tu presencia y la cercanía con esa marcas pudo haber generado que te las dieran todas, aun cuando no debían. Por ejemplo, cuando llevabas diez partidos sin goles...

-No. En esos partidos no tuve situaciones. Si hubiésemos tenido este equipo en los últimos dos años, habría hecho muchísimos más goles.

-¿Por qué creés que como 9 de este equipo habrías hecho muchos goles.?

-Y es que es raro que en un equipo campeón no haya un goleador entre los tres primeros de la tabla.

-Estuvo repartido: tres de Viatri, cuatro de Blandi y otros cuatro de Cvitanich, jugando como 9. Son 11 goles que se hicieron desde esa función...

-Es así. El 9 de un campeón no puede hacer menos de diez u 11 goles.

-En algún momento vas a ser DT de Boca. ¿Soñás con ser presidente?

-No, política no.

-Fuiste a votar y se generó un revuelo, ¿lo viste como algo normal?

-Lo vi normal, más allá de una inclinación. Tenía un amigo como Juan Carlos Crespi en una lista e iba a tratar de colaborar para que siguiera. Pero no hice campaña más allá de que me llamaron Mauricio y Angelici. Ni se sabía hasta la semana previa que yo iba a ir a votar. Después estaba el Tano Angelici por ahí y era obvio que lo iba a saludar.

-¿Como hubieras hecho con Ameal?

-El Tano vino conmigo hasta la mesa de votación. Con Ameal no hubiera hecho lo mismo. Lo hubiera saludado, todo bien, pero nada más. No creo que yo haya estado mal. Ameal se enojó y dijo que me renovó el último contrato: me lo renovó porque vine del Mundial, había hecho el gol y estaba toda la euforia. Por obligación me lo tuvo que renovar.

-¿Qué, si no metías el gol no te renovaban?

-No es eso, yo estaba molesto porque en el 2009 tuve que sentarme con Bianchi, que era el manager, a negociar. Y escuchar de Carlos que Boca no tenía dinero y que tenía que bajar los contratos fue chocante. Era otra imagen de la que yo tengo con Carlos como técnico, la admiración y lo que fue para mí. Tener que escuchar eso...

-Te jodió.

-Me molestó. Tuve que bajar, ganar por objetivos: si Boca entraba a la Copa, si hacía tantos goles, si jugaba tantos partidos... Venía de la lesión del 2008 y supuestamente no sabían cómo estaba. Y lo único que yo quería era que me hicieran contrato por dos años, pero me dijeron que no lo podían hacer porque no sabía cómo estaba.

-¿Te lo dijo Bianchi?

-No, Ameal.

-A Riquelme le firmó por cuatro...

-Le habrá firmado porque lo creía conveniente. Si buscó una jugada política firmando a los dos juntos, lo sabe él.

-¿Seguís a River?

-A veces. Es raro verlo con Defensa y Justicia, Patronato, Brown de Madryn...

-De Boca te fuiste preocupado por el promedio.

-Y, antes del torneo, Boca estaba a tres o cuatro puntos de abajo. Lo bueno es que tuvo esta reacción.

-¿Y en la Libertadores cómo lo ves?

-Es Boca. Y en la Copa puede marcar esa diferencia. Lo que pasa es que hoy está todo más igualado. Antes estábamos un escalón arriba. Pero es Boca. Ese respeto va a estar.

-Ni hablar si volvés.

-No, por Boca. Yo no asusto a nadie. Ya no puedo asustar a nadie.



Consejos a un hijo futbolista

El retiro le permitió a Palermo pasar a compartir más tiempo con su hijo. Ryduan, un fiel seguidor de la carrera de su padre, ahora ve invertido los roles. Y cada vez que sale a la cancha con la camiseta de Estudiantes (juega en la Octava), Martín es un testigo privilegiado.

-¿Cómo lo ves jugando? ¿Te ves reflejado en él?

-Sí, igual. En todo.

-O sea, podemos esperar a un tipo que haga más de 300 goles.

-No, no sé. Ojalá.

-¿Cómo sos en los partidos suyos? ¿Sos un padre insoportable de los que gritan?

-No, nada. Me siento. Veo el partido callado.

-¿Después sí le marcás cosas que hayas visto?

-Más que nada le hablo. Por ahí termina enojado con algo, porque no tuvo situaciones, y lo tranquilizo. Le digo que tiene que aprender a convivir con eso, que tiene que estar tranquilo. O la vez que estuvo entrenándose en la Selección Sub 15, pero no pudo ir al Sudamericano, le dije que igual debía aprovechar las enseñanzas, las concentraciones y el conocer a otros chicos para armar una relación. Es un aprendizaje lindo.



Prepara su propia despedida

Para el 4 de febrero, que cae sábado, en la Bombonera, Martín Palermo está organizando su propia despedida.

-¿Cómo anda la organización? ¿Te preparás de alguna manera?

-Estamos medio a las apuradas porque los tiempos se pasan rapidísimo. En lo personal, nada especial: voy a seguir yendo al gimnasio, porque no me voy de vacaciones. Trataré de estar bien físicamente.

-¿Hay una lista de invitados ya confirmada?

-Todavía no. Tengo unos nombres pero primero quiero confirmar bien. No trato de llamar a los de Boca, sino a los que van a integrar el otro equipo, que son los más difíciles de juntar. De Boca va a haber gente del plantel del 98, algún otro del 2005, de la época del Coco (Basile), más los de esta etapa. Se me complica con los del exterior, que no pueden venir porque están en competencia: Palacio, el Cata (Díaz), Silvestre... Más los de Selección: el Kun (Agüero), Leo (Messi)... Toda gente que me hubiera gustado que estuviera. ¿Maradona? A mí me encantaría, aunque tiene sus obligaciones allá, dirigiendo. No sé si Diego podrá venir...

F: http://www.ole.com.ar/

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