martes, 28 de diciembre de 2010
Falcioni debe despertar al gigante: en los últimos 4 torneos Boca terminó de la mitad de tabla para abajo.
El debe es la lista que mira Julio César Falcioni en estos días celebratorios. Se le dice, se le repite que Boca es diferente, que viene en picada y que él será el encargado de levantarlo. Y entre tantas obligaciones, hay un ítem que se impone necesario de ser cancelado de la lista de deudas. En este caso, es un pasivo totalmente exigible para una institución de gloriosa historia.
En los últimos dos años Boca quedó menos 10. La sentencia está bajada desde las irrefutables tablas de posiciones que exhiben cómo el rendimiento degradado del equipo se reflejó en los números. Así, en los últimos cuatro campeonatos Boca terminó de la mitad para abajo y no logró pelear ningún torneo.
Festejó un título por última vez el 23 de diciembre de 2008. Después fueron todas pálidas. La eliminación en octavos de final de la Libertadores 2009 y el 14° puesto en el Clausura forzaron el adiós de Ischia. La llegada de Basile y algunos jugadores de cartel (Medel, Insúa) más un par de salidas que aún hoy no encuentran reemplazo de categoría (Vargas, Palacio) no modificó el panorama. Un incípido 11° puesto frustró las ilusiones iniciales. Igual, terminó a 14 puntos del Banfield campeón de... Falcioni.
Este año lo empezó con las renuncias de Basile y Bianchi y la decisión de Ameal de subir a Alves a la Primera. No acertó: realizó la peor campaña del club en torneos cortos, cosechando apenas 20 unidades y hasta empañó la chance de clasificarse a la Sudamericana.
La contratación del último DT campeón tampoco funcionó en el Apertura. El proyecto Borghi, con una alta erogación en refuerzos incluida, se desarmó en 14 partidos. Pompei trató de enderezar el barco, pero finalizó con 25 puntos.
El repaso general muestra que en estos 24 meses vacíos de éxitos se gastó en incorporaciones fuertes, en técnicos de jerarquía y hasta en un manager, pero no hubo consecuencias en las vitrinas. El desafío de Falcioni es arduo y los antecedentes no ayudan, aunque todo gigante que se duerme en algún momento despierta...
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