martes, 26 de mayo de 2009

Todos unidos triunfaremos...


Los dirigentes pretenden que el próximo técnico sepa manejar la interna del vestuario.
Que la sucesión de Ischia hoy acapare la mayor atención dentro de la dirigencia de Boca no significa que la interna del plantel haya quedado en el olvido. Los dirigentes están algo molestos por la división del vestuario que ya se hizo evidente el año pasado (con el affaire Cáceres) y que no aflojó en lo que va de este 2009. Las diferencias entre los dos bandos, uno liderado por Palermo y el otro por Riquelme, "restaron más de lo que sumaron", reconoció Marcelo London, integrante del Fútbol Profesional. El directivo, mano derecha de Ameal y de Bianchi, no la tiró afuera: "Los jugadores van a tener que reflexionar sobre lo que sucedió este año. Con esta campaña perdieron plata y prestigio. Ellos tienen que pensar que el club está por encima de los nombres. Adentro de la cancha deben tirar todos para el mismo lado. Afuera, si son amigos mejor, pero si no, deberán convivir sin problemas".

Como reconocen que dentro del vestuario hay un asunto a resolver, creen que el próximo entrenador deberá saber manejarse bien dentro de esas cuatro paredes. "Lo primero que va a tener que hablar Bianchi con el nuevo técnico es el tema del vestuario", confirmó London. Claro, Riquelme tiene contrato hasta el 2010 y ya se habla de su continuidad más allá de esa fecha. Y Palermo, en tanto, está cerca de firmar su nuevo vínculo con el club por un año más. Por eso, en ese aspecto puntual, gusta el perfil de Basile, dueño de una personalidad muy fuerte. Además, el Coco ya dirigió al 9 en su anterior paso por Boca y al 10 lo tuvo en la Selección. Todos unidos triunfaremos...

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