No fue una visita más. Hasta él se vio sorprendido. Y, sobre todo, se sintió esperanzado. El martes, Juan Román Riquelme aterrizó sin aviso en Pilar y charló con el técnico durante 40 minutos, aunque aseguró que sólo hablaron “del Mundial”. Sin embargo, para Claudio Borghi no fue ni una aparición ni una conversación cualquiera. Su sensación, más allá de las declaraciones del 10 posteriores, fueron distintas a las del resto: “Su visita fue una señal positiva. Que haya venido sin haber sido invitado habla muy bien de él y de sus ganas de seguir. Yo estoy casi convencido de que se va a quedar. Por algo no buscamos jugadores en su posición. No estoy apurado, porque los dirigentes se están moviendo”, contó el DT ayer en TyC Sports, luego del entrenamiento matutino en Mapuche.
Quizá intentando mediar entre las partes, que no logran ponerse de acuerdo (Román aseguró que no hay que creer todo lo que se dice y que la situación está igual que hace un mes), Borghi se animó a opinar sobre la negociación que tiene en vilo a todos los hinchas de Boca: “Acá hay tozudez de las dos partes que no permite negociar. No sé en qué nivel están, yo no me meto en la parte económica ni tampoco sé si hay algo político. Para mí él es fundamental y si pudieran retenerlo sería extraordinario”, respondió Borghi.
Tal es la fe que tiene el entrenador, que hasta lo pone en lista de refuerzos a llegar: “Espero tres: Palermo, Caruzzo y Riquelme”. ¿Qué pasa del otro lado? Luego de la visita del martes a Pilar, no hubo más noticias del lado de Román. Tampoco las hubo de parte de la dirigencia. Ayer, 30 de junio, quedó oficialmente desvinculado de Boca. Borghi espera que sólo sea por un rato...
Via: ole
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