miércoles, 21 de diciembre de 2011

Zafó Martín: violó la medida de no acercarse a la Bombonera, y sólo recibió una advertencia.


Para el jefe de una barra brava, no estar en la tribuna es signo de debilidad. Y la chance de que ese lugar vacío lo ocupe otro, lo atormenta. Por eso y aunque su propia tropa le lustró el paravalancha desde que la Justicia le aplicó la restricción de estar a por lo menos 500 metros de donde juegue Boca, Mauro Martín no pudo con su genio e intentó ingresar a La Bombonera el día en que el Xeneize goleó a Banfield y salió campeón. No lo logró, porque fue repelido por Infantería pero la infracción a la regla de conducta que él mismo había convenido, hacía presagiar un castigo que podía ir desde lo máximo, la prisión hasta que termine el proceso en su contra, o lo mínimo, que deba presentarse en una comisaría cada vez que Boca entre a la cancha.

Pues bien, con el espíritu navideño imperante estos días, la Justicia porteña decidió sólo advertirlo y como si se tratara apenas de una travesura de un niño, la jueza Carla Cavalieri le dijo que “a la próxima no tendrá contemplaciones”. Así no hizo lugar al pedido del fiscal Walter López de ir a una dependencia policial desde dos horas antes y hasta dos horas después de cada partido de Boca.

En la audiencia, Mauro Martín con el patrocinio del abogado Horacio Rivero, aseguró que escuchó que había incidentes y por eso quiso entrar, ya que su mujer estaba en la cancha y quería confirmar que no le pasaba nada. Esta justificación fue descartada por la jueza que tuvo por acreditado que la intención de Martín era violar la medida restrictiva y participar de la vuelta olímpica xeneize. Pero aún así entendió que cualquier medida adicional era muy gravosa. “Son criterios y está claro que alguien puede pensar que puede violar normas y no recibir castigos. Pero también deben tener en cuenta que la jueza acompañó en un momento delicado, tras el Boca-Rafaela, y eso hay que valorarlo”, dijeron en Tribunales. La causa de Martín es por amenazas al grupo de Di Zeo en ese partido, cuando hizo el gesto de cortar cabezas, y el juicio se haría en febrero.

Igual la fiscalía fue más allá: denunció a Martín por desobediencia en la Justicia Correccional, delito que contempla pena de 15 días a un año de prisión. Aunque dado los antecedentes, es poco probable que esto también prospere.

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